ARTÍCULO PRIMERO

Podría dedicar toda una sección entera a la particular razón que me llevó a crearme este pequeño sitio el cual me induce a escribir hasta que se me caigan los dedos en plena madrugada, pero prefiero relatar una noche de largos sinsentidos que, a decir verdad, se relacionan con la primera causa.

Mi nombre es Luciana y lo primero que debo decir es que este será un sitio para desquitarme de toda la posible mierda que me convierte en una loca. No pretendo que nadie lea esto la verdad, lo más probable es que se quede guardado entre mis documentos personales. Tal vez y en algún futuro (no sé cuán lejano) alguien me hable y diga que encontró por casualidad este sitio y bueno, le diré que, evidentemente, está loco (a) y que ha descubierto nada más que un pequeño pedazo de mi imaginación.


Yendo al grano: éste es mí sitio y todo lo que se diga, muestre y lea no es, ni más ni menos, que una simple apreciación de como veo las cosas.


Ahora bien, comencemos por el principio. Hace ya un tiempo que sucedió un desastrozo evento en el cual no quiero profundizar más que lo que hoy (sí, hoy) después de tanto tiempo, pasó. La verdad que es un tanto estúpido pero bueno, no todo en esta vida es sensato realmente. Supe enojarme por habladurías fueras de tono respecto al pasado, un pasado que había sido enterrado en su momento y que, por cosa de broma fue tontamente desenterrado. Y es aquí a donde quería llegar: ¿no es suficiente que pase algo que cambie tu persepción sobre las cosas de un momento para otro sino que además la gente, que muchas veces no tiene más que hacer con sus patéticas vidas, tiene que hacertelo recordar cuando menos lo necesitas? ¿es esto, completa y totalmente necesario? fue eso lo que hoy llegó a lo más adentro de los nervios que manejan mi sistema cuerdo y lo alteraron completamente. En fin, como decía mi abuela: a palabras necias, oídos sordos.





Voilá.






PD. Me doy la cordial bienvenida al mundo bloggero.